Capítulo dos

“Debes morir para empezar a vivir... no sirve de nada decir que todo estará bien en el palacio de luz en el que vives, pues sin mi poder, no es más que una vulgar choza de paja... jajajajajajajajajajajaja... si hubieras sido consciente de las dificultadas, hubieras sabido evitarlas... Sakura...”

 Abrió sus ojos asustada, el sueño que había tenido, lo había tenido antes, mucho, mucho antes. Era la torre de Tokio, pero sólo estaba ella, enfrente, estaba una mujer, toda vestida de negro, los detalles de su ropa no se apreciaban bien, pero se notaban reflejos en dorado, parecía ropa China; la mujer tenía cabellos largos, sus ojos la miraban intensamente, y había dicho cosas susurrando, pero retumbaban en la cabeza de Sakura como si las hubiera gritado. Ella había dicho “Debes morir para empezar a vivir... no sirve de nada decir que todo estará bien en el palacio de luz en el que vives, pues sin mi poder, no es más que una vulgar choza de paja... jajajajajajajajajajajaja... si hubieras sido consciente de las dificultadas, hubieras sabido evitarlas... Sakura...” ¿qué habría querido decir con ESO?

-Sakura, ¿en qué piensas?-preguntó una joven que estaba en otra cama en el extremo opuesto de la habitación.

-No, no es nada, sólo en un sueño que tuve que me recuerda a cuando tenía diez años y...- calló, cuando tenía diez años, y capturaba las Cartas Clow junto a Shaoran... Shaoran... el nunca se había vuelto a comunicarse con ella, ¡Dios! Extrañaba tanto sus ojos marrones que la miraban con ternura, extrañaba sus consejos, su dulce voz, su ayuda... pero, al parecer, él no la extrañaba. En los últimos ocho años, Sakura había recibido numerosas declaraciones y promesas de amor, pero a todas dijo que no. Ella aún pensaba en Shaoran... Ahora, su vida era muy diferente, el glotón de Kero vivía con Tomoyo, que le daba todos los gustos; su padre había aceptado un trabajo permanente en Egipto; y su hermano vivía con Yukito en su casa. Ya había ingresado en la Universidad, y compartía un departamento cercano al establecimiento con una amiga de la secundaria.

-Vamos Sakura, debemos apurarnos o llegaremos tarde.

-De acuerdo Rumi.

 Sakura se mantuvo callada mientras caminaban  hacia la Universidad de Tomoeda. De pronto, Sakura se sintió extraña... algo la atraía en dirección a... ¡al Parque Pingüino!

-Rumi, debo regresar porque me olvide algo, te alcanzo luego!!!- dijo a su amiga mientras salía corriendo.

El Parque Pingüino había sido el lugar donde siempre se habían desarrollado los acontecimientos más extraños relacionados con la magia y las cartas Clow. Cuando llegó, vio a un joven parado frente a los columpios, era alto, de cabello marrón... su figura le resultaba conocida... ¿podría ser... Shaoran? Sakura se acercó despacio, iba a tocar su hombro para llamarlo cuando el joven se dio vuelta y la miró. Tenía unos ojos marrones igualitos a los de...

-¡Shaoran!- dijo Sakura lanzándose a sus brazos, pero... cayó al suelo!!! Ese Shaoran había sido una ilusión. ¿Era posible eso? ¿Acaso ese Shaoran era una ilusión? No podía ser cierto, ella lo había visto, y también había visto cómo la miraba, pero él no había dicho nada... Sakura comenzó a caminar sin rumbo alguno, pero cuando se percató a donde iba, ya había llegado al Templo Tsukimine. Allí, en la entrada estaba la profesora Kaho Mizuki.

-Sakura... ten mucho cuidado. Alguien te está buscando... y al problema te lo buscaste sola.

-¿Qué? No es posible, pero... ¿de quién se trata?

-Tú lo sabes Sakura, hace ocho años vino por ti...

-Pensé que había sido un sueño...

-Recuerda que las casualidades no existen, y que tú eres la dueña de tu propio destino.-dijo Kaho, se dio vuelta y entró al templo nuevamente.

Sakura se quedó pensando... ¿acaso podría ser que Shan-Tsu hubiera vuelto? Y... ¿qué tenía que ver Shaoran con todo esto? Ahora que ponía atención, antes de encontrarla, ella había visto a Shaoran en el techo de su casa...

Comenzó a correr en dirección de la casa de Shaoran. Tal vez estaba allí... tal vez...

La casa seguía igual que antes, pero había algo diferente, sobre la entrada, había un escudo con un kanji que le resultaba conocido. La luz de arriba estaba encendida... aquella luz ¿no era la misma de la habitación donde ella había estado hace ocho años?

Sakura abrió la puerta, la casa estaba totalmente amueblada, pero eran muebles clásicos de China, no eran como los que había antes. ¿habría vuelto Shaoran o acaso sería otra persona...?

El cielo comenzaba a oscurecerse aunque eran las seis de la tarde. Se cubría de oscuras nubes, una tormenta se avecinaba. Tomoeda sería víctima de los malos deseos de alguien...

Entró en la habitación, no había nadie. Sólo estaba prendida la luz, era la habitación a la que había entrado hacía ocho años. Se acercó al escritorio, sabía lo que esperaba encontrar, abrió el segundo cajón, y allí estaba, el celular que Tomoyo le había dado a Shaoran. Sakura sintió una leve brisa, la puerta del balcón estaba abierta, y ¡una sombra se deslizaba por el tejado! Era igual que ocho años atrás... sin pensarlo dos veces siguió la sombra, en el fondo de su corazón, algo le decía que esa sombra era alguien a quien ella extrañaba. Caminó por el techo de la casa, había mucha distancia al suelo, poco a poco se acercaba a la sombra, todo estaba muy oscuro, pero pudo distinguir la ropa, era la de la Dinastía Li... la sombra, era un sujeto alto, llevaba una espada en la mano, y...

-¿Shaoran eres tu?-pronunció Sakura.

-Shhh.-dijo la sombra.-usa sueño y tiempo.-le aconsejó. Su voz, su voz era la de Shaoran!!!

Sakura hizo lo que la sombra le pedía.

-Sakura- dijo Shaoran cayendo al piso del tejado.

-Shaoran!!!- caían lágrimas de sus verdes ojos.

-No tenemos mucho tiempo Sakura, en estos momentos estamos... estamos siendo víctimas de la venganza de los Sung. Sakura, hagas lo que hagas, no aceptes un trato con ella...-Shaoran se debilitaba.

-Shaoran... yo... ya... ya es tarde... hace ocho años, después de que te fuiste, tu... tu nunca llamaste al llegar ni nada, entonces apareció una nueva carta Sakura, era “Rencor”, y... y ella... yo...-Sakura miró hacia otro lado, dejando caer más lágrimas.

-Sakura...-dijo Li, acariciando su cara- No importa lo que hayas hecho, importa lo que hagas... en estos momentos soy presa de la venganza de Shan-Tsu, soy un títere de sus jugadas. Pero, al usar la magia de las cartas, lograste sacarme de la dimensión paralela en la que vivo desde hace ocho años, Sakura. Pero no será por mucho tiempo, cuando termines el hechizo, yo... te empujaré del tejado, así que usa la carta “flote”, por favor...

-Shaoran yo... estoy muy feliz de volver a verte.

-Yo también-dijo Shaoran. Acercó su rostro al de Sakura, y le dio un beso en la mejilla.-Adiós Sakura.

-No, espera, puedo resistir un poco más, Shaoran, por favor, no me obligues a...-Shaoran puso su mano tapando la boca de Sakura.

-No. Se dará cuanta si esto sigue mucho tiempo más.

-¿Shaoran?-preguntó Sakura.

El joven se dio vuelta y la empujó del tejado.

-¡AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHAAAAAAAAAAAAAAAAHH!

Pero... antes de llegar al suelo, Sakura utilizó la carta flote, y aterrizó suavemente en la calle.

-Veo que esta vez fuiste más inteligente que la anterior, Sakura.

-¿Qué?- esa voz, era Shan-Tsu, de la Dinastía Sung.

-Veo que no te has olvidado de mi... pues me alegro mucho, ahora vamos a hacer nuestro trato, querida...

CONTINUARÁ...

Suerte, y siempre sigan sus sueños y posen su mirada en las estrellas!

Me gustaría que me dijeran que les pareció y me enviaran su comentario a gabry@mymelody.com .